Ricardo Anaya el reflejo del PAN

Ricardo Anaya es el reflejo del panismo actual: el cinismo de lo ostentoso

Cuando Gómez Morín fundó el Partido Acción Nacional se rodeó de gente intelectual, de gente preparada, buscando bajo bases humanistas una opción política que fuera más allá del mero caudillismo en beneficio de todos.

Un partido de derecha o conservador que nunca ha sido de oposición en realidad, pues no está en contra del sistema de gobierno, quizá si en contra de algunas acciones, pero siempre ha conservado esa característica de ser un partido político dirigido a todos, menos a los pobres.

Por eso, en el discurso, resulta hasta gracioso oír a cualquier panista hablar de pobreza, hablar de que comprenden la necesidad del pueblo, mientras lo hacen enfundados en trajes y corbatas que una persona con salario mínimo tardaría una vida para poder comprar. El PAN se ha llenado de gente pedante, prepotente, homofóbica, clasista y que cree que puede pasar por encima de todos.

Solo basta recordar ciertos momentos incómodos para el PAN, como cuando en Querétaro un panista le dijo simio a Ronadinho o cuando otro panista dijo que los del PRD eran prietos, rojillos y sin varo. Tampoco podemos olvidar aquella ocasión cuando dos panistas fueron detenidos en Brasil por haberse propasado con una mujer y arremetido a golpes con el marido de ésta en plena calle, o incluso, aquel glorioso momento donde panistas lucían orgullosos su vestimenta en apoyo a los nazis señalando que los que valían la pena eran la gente de piel blanca y ojos claros.

Y todo esto puede parecer poco en comparación con la forma tan cínica en cómo los panistas se han enriquecido. Basta con ver el Rancho Fox, un lugar que no era nada antes de que Vicente Fox fuera Presidente y ahora es una propiedad impresionante. Tampoco olvidemos los lujos a los que están acostumbrados, siempre haciendo sus reuniones en lugares a los que no toda la gente tiene acceso por su capacidad económica, esos que hablan en contra del hambre y la miseria del país mientras degustan de finas carnes y costosos vinos.

Lo de Ricardo Anaya y su empoderamiento económico no es de extrañarse, no en el PAN. Basta con ver las redes sociales de Diputados y Senadores panistas, o gente con puestos importantes en el partido, que gustan de presumir sus viajes, sus autos, sus casas, las escuelas de sus hijos y demás, todo, según nos dicen, son el fruto del esfuerzo de su trabajo y de la fortuna familiar que han heredado por generaciones, lo que confirma que el PAN es un partido clasista.

Pero no solo eso, gustan de culpar a todos de que son exhibidos para manchar su carrera, que son víctimas del acoso de la prensa y se guardan las respuestas a las preguntas que se les hace, sobre todo, cuando se cuestiona de dónde salieron sus recursos.

Ese PAN que esta lleno de gente que estudió en Universidades privadas y en el extranjero, ese PAN que está lleno de gente con apellidos rimbombantes y de alcurnia, ese PAN que está lleno de gente con piel blanca y de ojos claros como ya alguien los describió.

Ese es el PAN que gusta de mostrar sus riquezas, ese PAN, ya no busca el poder, lo cual se puede ver con la elección de sus candidatos a puestos importantes. No, lo que el PAN no quiere es que le quiten sus privilegios, sus lujos y sus atribuciones. Ellos no quieren, ni están interesados en que el pueblo mejore, solo en que ellos no empeoren.

Millones y millones de pesos en unos cuantos panistas, mientras que el pueblo por millones muestra su miseria día a día…

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