Acoso de la mujer día internacional de la mujer

EL ACOSO SEXUAL Y SU MANIPULACIÓN SOCIAL

#DíaDeLaMujer

Muchas veces, las cosas no son como parecen en una sociedad que está enojada, que está indignada, que vive con muchos años de sentirse intimidada hasta que llegó el día en que levantó la voz, hoy, es un fenómeno global el hecho de velar y cuidar los intereses y derechos de las mujeres, tarde, pero al menos ya ha comenzado.

Sin embargo, dicha sociedad al estar tan enojada, pierde esa racionalidad y se deja llevar por las emociones, se deja llevar por el colectivo que un día señaló que todo es blanco o es negro sin aceptar que hay matices grises que son los que rigen a una sociedad equilibrada, pues todo extremo, de lo que sea, siempre ha sido malo.

Y es que son esos extremos los que sin darnos cuenta, impulsan la manipulación al erradicar todo grado de sensatez y se transforma en un arma peligrosa que daña el equilibrio social, algo que va en contra de la naturaleza de las leyes y el derecho, que fueron creados precisamente, para crear las normas bajo las cuales se debe regir una sociedad en justo equilibrio y con justicia.

En el día internacional de la mujer, estoy convencido que una de las exigencias es que se termine con el acoso, en todas sus modalidades, pero más, el acoso sexual, pues de ahí puede partir otro tipo de conductas que terminen en una violación o en un homicidio, y estoy muy de acuerdo, el acoso no debe existir y es una petición no solo justa, sino obligada por la forma en la que la sociedad se comporta hoy en día.

Pero, sin ánimo de ofender ni de quitarle legitimidad a un reclamo, no todo de lo que se quejan es considerado acoso, al menos no así por la ley.

De acuerdo al Código penal vigente para la Ciudad de México, el acoso se define de la siguiente manera:

“ARTÍCULO 179. A quien solicite favores sexuales para sí o para una tercera persona o realice una conducta de naturaleza sexual indeseable para quien la recibe, que le cause un daño o sufrimiento psicoemocional que lesione su dignidad, se le impondrá de uno a tres años de prisión.

Cuando además exista relación jerárquica derivada de relaciones laborales, docentes, domésticas o de cualquier clase que implique subordinación entre la persona agresora y la víctima, la pena se incrementará en una tercera parte de la señalada en el párrafo anterior.

Si la persona agresora fuese servidor público y utilizara los medios o circunstancias que el encargo le proporcione, además de la pena prevista en el párrafo anterior se le destituirá y se le inhabilitará para ocupar cargo, empleo o comisión en el sector público por un lapso igual al de la pena de prisión impuesta. Este delito se perseguirá por querella.”

Esto nos habla específicamente de una intención sexual, sin consentimiento de la persona que es víctima del acoso y de ahí, quizás por la falta de información o repito, por el enojo justificado que nubla la razón, las cosas se confunden y sirven para manipular en vez de contribuir a una mejora.

Ejemplo: Si en la calle un hombre le dice a una mujer, buenos días, eso no es acoso, por igual, si alguien le expresa a una mujer que ese día en especial se ve muy bonita, que ese vestido le queda muy bien, no es acoso, porque en ningún momento se les está pidiendo nada, para ninguna persona, tampoco se realiza una conducta sexual indeseable en ningún sentido, es lo que en los tiempos de mis abuelos se llamaba “piropo”.

Algunos legisladores han buscado incluso que esas expresiones sean prohibidas, pero olvidan que las leyes se crearon para integrar una sociedad en la que impere la justicia, y que sería mejor buscar mayores castigos para quienes si cometen un delito que evitar que una persona exprese un halago sin ninguna mala intención.

Y la manipulación entonces se hace más grande cuando una persona, de manera premeditada, usando el enojo de la sociedad, acusa injustamente de acoso a quien de acuerdo a la ley, no ha cometido dicha acción, y en el peor de los casos, esa persona ya vivió una experiencia que no tenía que haber pasado, solo por que alguien, con mala intención, lo señaló como un “acosador”.

Que quede claro, en ningún momento se trata de minimizar que hay actos que si corrompen las más entrañables libertades y derechos de una mujer, que merecen el mayor de los castigos, pero de igual manera, y a título personal, considero que como ya lo dije, los extremos son malos y provocan que la gente sea manipulada.

Si queremos que las cosas cambien, no solo hoy, sino a partir de ahora, como sociedad debemos entender que las leyes existen, que debemos respetarlas, las autoridades deben cumplir su función de castigar al que haya cometido un delito, como también la sociedad debe ser más responsable y con un énfasis por el respeto de todos hacia todos, recordemos que las conductas se aprenden en casa, así que mejor eduquemos con valores y con el ejemplo de ser mejores personas día a día.

Castigar es importante, prevenir es primordial, pero enaltecer nuestros valores hoy por hoy, ya es una necesidad…

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