Carolina Rivas DNaranja News

En un país como México

En un país como el nuestro, en los que muchas de nosotras crecimos con la escuela del ama de casa, aprendimos a ser sumisas, aprendimos a agachar la cabeza sin opción a querer algo distinto. Nosotras crecimos en un país en el que las mujeres nos enseñaron los valores para ser una dama, para comportarse, para atender al hombre sin importar quien sea éste; en un país en el que diariamente se asesinan en promedio 10 mujeres de una manera brutal y sin corazón, y muchas veces, por personas que un día les dijeron que las amaban. Este es el país que tenemos ahora, este es nuestro México.

Esta vez se metieron con la generación equivocada, se metieron con la generación que no soporta la idea de que las mujeres seamos menos, se metieron con las mujeres que estamos cansadas de ser quienes los hombres quieren que seamos; y no solo los hombres, la sociedad misma. Estamos cansadas de no poder ser libres, de tener siempre la cara bonita y el cuerpo perfecto en lugar de ser valoradas por nuestras verdaderas capacidades. Estamos cansadas del estereotipo, de los tacones y de las pestañas postizas. Resulta, que justo ahora, cuando comenzamos a ser “rebeldes” por querer algo diferente,dicen que las mujeres estamos locas. ¿Pues qué creen? No lo estamos. Estamos solamente alzando la voz, emitiendo un grito de auxilio por la libertad; un grito por las que ya no pudieron gritar y por las que no tienen aún el valor o la oportunidad de poder hacerlo.

Esta vez, todas y cada una de nosotras nos hemos cansado de ese mal llamado sexo débil. Nos hemos cansado de no poder amarnos a nosotras mismas mientras mal gastamos el tiempo atendiendo a alguien más. Esta vez somos una cadena fuerte de mujeres al grito de guerra, tal como lo dicta nuestro himno nacional. Queremos ser escuchadas, protegidas y sentirnos seguras en un país donde se supone que tenemos libertad; queremos caminar por nuestras calles, con nuestras minifaldas, con pijama o con la vestimenta y maquillaje que se nos dé la gana sin el temor de que sea la última vez que nos vean con vida.

Las mujeres nos enfrentamos a muchos retos en la vida. Algunas, hacemos uno de los trabajos más importantes, las que son madres sabrán de qué hablo.  Sí, aquellas mujeres que dobletean las horas de trabajo, la mitad en la oficina y la mitad en casa. Y también, a aquellas que no lo somos nos toca la gran lucha de todos los días salir adelante en esta sociedad que solo quiere que estemos en nuestra casa planchando la ropa y lavando los trastes.

Las mujeres dejamos de ser un objeto, para convertirnos en guerreras incansables. Es nuestro momento, es nuestro año, llegamos a la gota que derramó el vaso con el que no esperamos nada del gobierno porque nos toca educar a quienes nos rodean y con ello cambiar una generación entera en el que no se eduquen machitos y damitas bien portadas. Nos toca educar personas para reeducar a nuestra generación futura.

Amiga date cuenta: eres profesionista, eres madre, hermana, científica, eres valiente, eres hermosa, eres fuerte, eres artista, inteligente y coqueta. ¡Hoy es el día en que lo reafirmas y lo dices en voz alta! ¡En voz muy alta!

Mujer, nunca te calles, alza la voz por ti, por mí, por ellas, por la libertad y porque no queremos nuca tener que gritar para que no haya una más.

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