Pats equipo sin valor

LOS PATRIOTAS DE NUEVA INGLATERRA EN MÉXICO: una moda cara para un equipo sin valor

Antes de atacarme por el título de este artículo de opinión, quiero sepan que soy fan de la NFL; que gracias a mi tío viví cada año la pasión que se daba a fin de año con los Tazones colegiales; vi completa la carrera de Montana, de Marino; que soy fan de los Bills de Buffalo, ese equipo que tiene el récord de la remontada más grande en la historia de la liga y que fue contra los Petroleros de Houston comandados por Warren Moon. Hablo de esos Bills que llegaron a cuatro súper tazones de forma consecutiva y no ganaron uno solo; esos Bills que un día tomaron como Quarterback a Drew Bledsoe, que venía de los Patriotas de Nueva Inglaterra y que dejaban en manos de Tom Brady.

Si, viví la que para muchos fue la mejor época de la liga, vi como jugadores se convirtieron en leyendas y vi como inició la era de los Pats.

El deporte es una competencia, en el caso del futbol americano se enfrentan dos equipos  para que a base de estrategia, de fortaleza y de la habilidad de cada jugador, un equipo se lleve la victoria. Se enfrentan ambos equipos con las mismas condiciones, aunque no siempre con las mismas posibilidades, cuando no tienen con qué superar al equipo contrario (aunque hemos visto equipos en teoría débiles que han acabado con rachas de equipos que buscan ser campeones).

Y es que de eso se trata todo, de tener honor sobre el campo, de seguir las reglas que se inventaron para que el juego fuera entretenido, pero sobre todo, parejo. Ambos equipos tienen las mismas oportunidades, pero no la misma efectividad a la hora de ejecutar, y es por eso, remitiéndome al título de este texto, que pienso que los Patriotas son un equipo sin valor.

En la historia quedará aquel recuerdo de los balones desinflados, que por supuesto, va en contra de un reglamento y va en contra del deportivismo, pues tomar ventajas de este tipo se podrían comparar con el dopaje de los atletas que buscan desarrollar sus capacidades físicas muy por encima de los demás a base de sustancias prohibidas. Cualquier logro que obtengan en estas condiciones no debe ser validado. No se debe generar ningún reconocimiento para quien hace trampa.

No solo eso, también no olvidemos que la liga multó al entrenador de este equipo por robarse las señales de los rivales, y con esto, tener una ventaja sobre qué jugada mandar para beneficio de su equipo. Lo anterior también es trampa, pero la NFL, como cualquier liga, se mueve como un negocio y no iban a arriesgar los ingresos que les genera un equipo como el de los Patriotas.

Ingresos que vienen de sus aficionados, de esos que los han seguido a través de generaciones, de esos  que van a los estadios, de esos que compran los productos oficiales del equipo y no solo en Estados Unidos, sino a nivel mundial. Basta con saber que el segundo país del mundo que ve más futbol americano de la NFL por televisión, según la propia liga, es México.

Por lo tanto, realizar un partido en nuestro país significa mucho, mucho dinero. El estadio Azteca estará lleno a pesar de que las entradas oscilan entre los 650 y los 3,500 pesos mexicanos, muchos serán aficionados de hueso colorado, otros, solo villamelones que ni entienden el juego, pero van a ver a Brady, porque para muchos ya es el mejor de la historia, con trampas y todo.

Cada persona puede hacer con su dinero lo que guste y puede ir a la reventa y comprar un boleto VIP por más de 35 mil pesos cada uno. Si tiene ese dinero y lo quiere gastar así está en todo su derecho, pues así somos los mexicanos, nos quejamos de que el país está en crisis pero siempre habrá dinero para la fiesta y momentos como éste.

La gente estará pagando por ver a un equipo que sin duda, muchos de sus triunfos los han conseguido saltándose las reglas, estará viendo al actual campeón de la liga, estará viendo al jugador más valioso, aunque no entienda lo que es un primero y diez o un bloqueo ilegal.

Una moda muy cara para muchas familias en nuestro país que viven en la pobreza y que nunca en su vida verán las cantidades que pidan por un boleto en la reventa y todo para ver a un grupo de tramposos sin honor ni respeto por el deporte que practican.

México seguirá albergando juegos así, mientras representen un beneficio para la liga, cuando ya el Azteca no se llene, seguro no volverán.

Así que quienes vayan, porque pueden y porque quieren, no olviden que están pagando lo que paguen por ver a un equipo campeón, a un quarterback ganador, aunque por hacer trampa, esto pierda todo su valor.

Y no lo digo yo, los hechos ahí están, quien quiera seguir a un equipo así, lo puede hacer, quien considere que el honor y deportivismo es importante para cualquier disciplina, seguro ni por televisión lo verán.

Cada quien elige…

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