Elecciones Venezuela constituyente

VENEZUELA, LA GRAN VÍCTIMA DE LA DEMOCRACIA

Las leyes se crearon para regular la conducta de las personas en beneficio de la sociedad, por ello, cada acto que se considere legal, debe estar basado en la aplicación correcta de lo que expresa una ley ya existente.

Como todo, las leyes con el tiempo deben ir evolucionando para adecuarse a los tiempos modernos. En América Latina la mayoría de las constituciones datan de principios del siglo pasado, cuando siendo la constitución la ley suprema de cada país, ésta debería evolucionar.

Esa es quizás la idea que el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tuvo al momento de pensar en convocar elecciones para crear una Asamblea Constituyente, que no es otra cosa más que un cuerpo colegiado, es decir, conformado por varias personas, que tendrán la responsabilidad de modificar la Constitución, y con ello, modificar las leyes que de ella emanan.

Así que sin importar la realidad de una Venezuela en agonía, donde la miseria se ha ido expandiendo por las acciones de un gobierno que se volvió ciego a las quejas y demandas del pueblo, pero que siempre está atento a contestar las críticas sin importar de quién vengan, se llevó a cabo este proceso electoral.

Manchado de sangre y de descontento social, según fuentes oficiales en materia electoral de Venezuela, fueron ocho millones de personas las que votaron. Esto equivale aproximadamente a un 45.5% del padrón de aquel país, los que votaron este domingo, y además, dando como ganadores a aquellos que son incondicionales al actual Presidente.

Y aunque muchos se quejen, la verdad es que menos de la mitad de los habitantes ha votado a favor del bloque que apoya al Presidente Maduro, lo que permitirá que una vez que tomen su cargo como asambleístas constituyentes, sean la voz y voto de quien dirige el país.

¿Es válido esto?

Si, o por lo menos es legal, pues ninguna ley se violó para convocar a esta elección, y tampoco se les impidió a los venezolanos el votar. Si la mayoría no lo hizo pensando que así protestarían en contra del actual gobierno, como piensan muchos países en América, dando lugar al abstencionismo, la realidad es que les salió al revés y dejaron que la minoría decidiera su destino.

Hay motivos para pensar que este movimiento dará al Presidente, más facultades para gobernar con tintes dictatoriales, reformando la Constitución. Entonces, ahora podrá eliminar los pocos candados que le quedaban para poder imponer su voluntad sin necesidad de que nadie lo apruebe. Las leyes que derivan de la Constitución por igual deberán ser reformadas y esto hará que muchos de los pocos derechos que conservaba el pueblo venezolano, desaparezcan.

Podrá imponer las medidas que él, de forma unilateral, considere oportunas para gobernar y no ser molestado, podrá legitimar su dictadura.

Parece que es el clavo que le faltaba al ataúd de Venezuela, pero de acuerdo al Derecho Internacional y a la Doctrina Estrada, México debe aplaudir esto en vez de manifestarse en contra, porque así es la ley y esta existe para cumplirse.

No, Maduro no condenó a Venezuela, fue la democracia…

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