Empleado de Bimbo roba producto

Código Penal para la Ciudad de México, la injusticia debidamente legalizada

Se han hecho virales los videos de los empleados de la empresa “BIMBO” (cuyo nombre completo es Grupo Bimbo S.A.B de C.V) robando producto a pequeños comercios en distintos puntos de la Ciudad de México, lo cual, constituye sin duda un robo, pero que de acuerdo a la legislación de la Ciudad de México, al no ser un delito grave, el responsable está libre.

Pensar en el monto de lo robado en producto puede parecer algo insignificante, pues a uno de ellos se le cuantificó el daño (el monto del robo) en menos de cincuenta pesos, y al no haber violencia, pues no se le puede retener al culpable, con todo el riesgo que esto lleva a quien levantó la denuncia, una persona de la tercera edad y su nieta, que fue la que grabó el video para demostrar el acoso por parte del repartidor en cuestión.

Vayamos por partes, y primero veamos lo que es el robo según el Código Penal.

TÍTULO DÉCIMO QUINTO 

DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

CAPÍTULO I 

ROBO 

ARTÍCULO 220. Al que con ánimo de dominio y sin consentimiento de quien legalmente pueda otorgarlo, se apodere de una cosa mueble ajena

Esto fue lo que sucedió, pues el repartidor, se apoderó legalmente de un producto sin el consentimiento del afectado, hasta ahí vamos bien, ahora sigamos con las penas que trae este delito de acuerdo a las circunstancias de este caso.

II. Prisión de seis meses a dos años y sesenta a ciento cincuenta días multa, cuando el valor de lo robado no exceda de trescientas veces la Unidad de Cuenta de la Ciudad de México vigente o cuando no sea posible determinar el valor de lo robado;

Y no, cincuenta pesos ni siquiera alcanzan una Unidad de Cuenta de la Ciudad de México, pues esta equivale a 75.49 pesos.

Pero hay más

ARTÍCULO 223. Se aumentarán en una mitad las penas previstas en el artículo 220 de este Código, cuando el robo se cometa:

IX. En contra de persona con discapacidad o de más de sesenta años de edad;

El afectado en este caso, es una persona mayor de 70 años, por lo tanto, se le considera de la tercera edad

Con esto, la pena máxima que podría alcanzar el repartidor es de 9 meses a tres años y noventa a doscientos veinticinco días multa

Lo referido en dicho artículo ya es una agravante, por lo tanto, debería ser considerado un DELITO GRAVE y con ello no permitir al responsable estar en libertad, pero no, no es así, ya que con el Nuevo Sistema de Justicia Penal, este tipo de robo no es grave.

Así que pensemos, mientras no cometamos los delitos que la ley si considera graves como son el de crimen organizado, homicidio doloso, violación, secuestro, trata de personas, delitos cometidos con medios violentos como armas y explosivos, e infracciones graves que determine la ley en contra de la seguridad de la nación, el libre desarrollo de la personalidad y de la salud, prácticamente cualquiera puede cometer un delito y estar libre, así de estúpida es la ley actual.

Un hombre fue despojado de mercancía, dicha mercancía al ser vendida, es la ganancia del afectado, pero al ser menos el producto del que compró porque a un repartidor se le hizo fácil despojarlo de un bien por el cual el afectado ya pagó, seguro piensa que cincuenta pesos no afecta, cincuenta pesos que el muy jodido no tuvo para poder comprar lo que se robó, entonces ya no se trata del total, sino de lo que esa cantidad afecta a quien sufrió el robo, y trataré de explicar esto mejor:

Cincuenta pesos puede no parecer mucho para algunas personas, pero si consideramos que de esos 50 pesos, iban a generar una ganancia al afectado, y que dado que es una pequeña tienda de abarrotes atendida por una persona de la tercera edad, 50 pesos son la diferencia entre obtener una ganancia, salir a mano o de plano, una pérdida.

Pero todavía mas aberrante es robarle a una persona que aún a su edad, se dedica a ganarse la vida de forma honesta, para que un vival se aproveche de esto, y seguro estoy que no es la primera vez que lo hace y de no ser porque esto se volvió viral, no sería la última, pero la ley dice que puede estar libre, que lo que hizo no es grave, y que solo tendrá que comparecer cuando se le cite para llevar a cabo el proceso correspondiente, mismo que siempre estará expuesto a estar mal integrado, y en una de esas, hasta se le ocurre recurrir a Derechos Humanos por haber sido exhibido y perdido su trabajo, así es la ley penal de nuestra Ciudad de México.

Ya no importa si hubo premeditación, alevosía, traición (no incluyo la ventaja pues esta la da un arma y eso afortunadamente si es una agravante) ya no importa el daño que se le ocasione a una persona honesta, ya no importa que el culpable este libre y quiera tomar represalias, ya no importa nada, y por eso hoy la Ciudad de México vive en completa impunidad, aunque el gobierno diga lo contrario.

La justicia penal es quizás la que menos existe, y es en lo primero que deben de trabajar los próximos gobernantes, pues sin seguridad tanto física como legal, entonces nadie podrá estar tranquilo, cualquiera podrá robarnos, golpearnos, insultarnos, y si queremos levantar una denuncia por esto, la respuesta será: “pienselo bien, mire que va a necesitar abogado y se puede tardar por la carga de trabajo, ni le quitaron tanto y va a perder más con los trámites, mejor déjelo así…” porque de ese tamaño es el compromiso de algunos que se dicen servidores públicos.

Necesitamos una ley que de verdad castigue a los culpables, no importa si se robó un peso o un millón, debe ser castigado, y aplicarse a todos por igual, sea un repartidor o un político, nadie tiene derecho a quitarle a nadie lo que no le pertenece, y menos a alguien que se gana la vida honestamente, si el gobierno no puede cambiar eso, entonces no habrá ningún cambio.

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