Hijos de la Chingada (Parte I de II)

Doña Marina, como también fue conocida entre sus coetáneos, ha sido una de las mujeres más vilipendiadas en la historia mexicana, tanto que, desafortunadamente el adjetivo malinchista hace referencia a ella, el cual fue aprobado por la Real Academia Española, que textualmente dice:

“Que muestra apego a lo extranjero con menosprecio de lo propio. Proviene de la Malinche, esclava mexicana que desempeñó un papel importante en la conquista de México como intérprete, consejera y amante de Hernán Cortés”

No pretendo buscar culpables de excesos cometidos por diferentes bandos o facciones a lo largo de la historia mexicana sino de ver el otro lado de la moneda que permita dar perspectiva y ésta a su vez, entendimiento

La historia oficial de Doña Marina también conocida como la Malinche, de Cortez y de la Conquista fue el inicio de una historia muy mal contada hasta la fecha.

Existe en las clases de historia tanto sesgo al momento de contarla, que más que historia, parece adoctrinamiento hacia puntos de vista ladeados, que la gran mayoría de mexicanos se vuelven repetidores inconscientes de una subjetividad terrible, en este sentido les recomiendo al autor Francisco Martín Moreno y sus libros México Engañado y 100 Mitos de la Historia Mexicana I y II.

En algunas de las charlas que me invitan a dar en universidades siempre hago el ejercicio con los alumnos de poner dos fotos de personajes históricos mexicanos, por lo general Benito Juarez y Porfirio Diaz y les pido que levanten la mano los que piensan que el primero es bueno y el segundo es malo y resultan ser por lo general la gran mayoría.

Hay quien piensa que España debe pedir perdon a México por errores cometidos durante la conquista y la colonia, pero se debe buscar entender la historia a la luz de su contexto, del preciso momento que se estaba viviendo mundialmente en aquellos entonces, como se dice en el inglés “to see the Big Picture” ver la fotografia completa de todo el panorama.

En el Siglo XVI Mexico y España no existían jurídicamente, ni históricamente, es más ni siquiera en el imaginario de quienes vivían en aquellas fechas. Es decir, en 1519 faltaban poco más de 300 años para que Agustín de Iturbide proclamara a México como nación, en aquellos entonces mesoamerica era habitada por comunidades indígenas, la más poderosa el Imperio Azteca el cual había salido de una guerra sanguinaria de dominación de otros pueblos indígenas y había consolidado la Triple Alianza de las tres ciudades-estado de Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan.

En la Península Ibérica por su parte había una serie de reinos cristianos, siendo el reino de León y el de Castilla los que se habían consolidado como los más fuertes, pues en aquel entonces venían de un largo batallar en el periodo conocido como la reconquista, donde lograron tomar control de la península tras una larga dominación árabe de la península.

El destino cruzó a ambos y el segundo salió victorioso y ahí se comenzó a dar un proceso de mestizaje, pero no solo de personas, sino de ideas, conocimiento, alimentos, técnicas, materiales y objetos. Un intercambio bidireccional intenso que no solamente desembocó en la creación de México como nación, sino también de la España contemporánea.

Más allá de los excesos cometidos por ambos bandos, el índice de asesinatos de indígenas en la época de la Colonia fue mucho menor al de la colonización de lo que ahora es Brasil o de las naciones amerindias en lo que ahora es EE.UU., pues a diferencia de éstas que aniquilaron toda vida nativa a su paso, en la Nueva España se dio un alto grado de mestizaje.

Y así, a lo largo de la historia hemos observado a los diferentes personajes como héroes o villanos.

Hidalgo como el padre de la patria, cuando él ni siquiera buscaba la independencia, su lealtad absoluta estaba con el rey Fernando VII, sólo pedía la remoción de José Bonaparte a quien veía como usurpador del trono.

Observamos a Agustín de Iturbide como un traidor a la patria, cuando fue quien creó la bandera mexicana y quien habiendo podido diezmar a los insurgentes, decidió terminar la guerra, generar un acuerdo entre las diferentes facciones y proclamar la independencia del México, precisamente ahí fue cuando se concretó la independencia y la creación de la nación mexicana.

La historia ensalza a Juarez cuando fue quien ofreció a México en venta a Estados Unidos través del tratado McLane-Ocampo y en otras ocasiones a Lincoln (afortunadamente EE.UU. estaba inmerso en su Guerra Civil).

La historia ha pintado a Maximiliano de Habsburgo como un gran mal, cuando fue quien prohibió el trabajo infantil, redujo las horas laborales y condonó las deudas a los campesinos.

Santa Anna, visto como un vendepatrias y no el patriota que ganó la guerra del Álamo a los tejanos, que ni siquiera eran tejanos sino inmigrantes ilegales estadounidenses que habían huido hacia años de EE.UU. debido a las crisis económicas que había atravesado aquel país y habían visto en la Nueva España y posteriormente México una potencia económica para prosperar.

Los restos de Don Porfirio siguen durmiendo el sueño de los justos en Francia, esperando el retorno a su patria.

El análisis histórico debe ser presentado objetivamente, mostrando los dos lados de la moneda y repasando a los personajes con sus claros y oscuros, donde al final resulta que los buenos no eran tan buenos, ni los malos tan malos.

Si no hubiera sido por La Chingada, no hubieran nacido sus hijos, nosotros, los mestizos. Una mujer que imagino debió haber sido extremadamente inteligente para lograr dominar desde cero varios idiomas y haberse convertido en alguien fundamental para el proceso de integración de ambas culturas…

 

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