11, 495 es el número oficial de viviendas afectadas en la Ciudad de México después del sismo del diecinueve de Septiembre del año pasado, familias enteras que perdieron todo, literalmente y que hoy, aún siguen viviendo en albergues que con el paso del tiempo, han dejado de recibir apoyos para que puedan cumplir con la función de dar un espacio digno en tanto se resuelve la situación de los afectados.
Lo peor, es que incluso ya vecinos de algunas zonas, reclaman esos espacios sin que les importe la condición de aquellos que los ocupan como el único lugar donde vivir, insisto, muchos perdieron todo y no tiene la posibilidad de irse a otro lugar, como aquellos que invirtieron para acondicionar un local en su propiedad y ésta se derrumbó.
Hace un año, se habló de diversos apoyos para los damnificados, ayuda para reconstruir, ayuda para pagar una renta, pero la verdad es que son muy pocos los que han recibido dicha ayuda, y eso, a medias, se lanzaron muchos programas que buscaban apoyar a la gente en situación de desgracia, pero ni fueron suficientes, ni fueron oportunos ni resolvieron nada, hay gente aún viviendo en las calles de la CDMX y no se ve para cuando puedan resolver esto.
Viviendas que fueron evaluadas y que en un inicio las autoridades decían que debían derrumbarse, después que siempre no que solo debían recibir reparaciones menores, después que ni siquiera ocupaban asistencia aún cuando las paredes y los techos dicen todo lo contrario, si bien es gente que tiene un techo, es gente que vive con la incertidumbre día a día de que en cualquier momento algo puede pasar, y si no se van, no es por capricho o porque están esperando que el gobierno les resuelva el problema, es porque no pueden, no tienen con qué, y esa es la realidad.
¿Dónde están los responsables?
Más allá de hablar del boom inmobiliario en la CDMX que trajo como consecuencia la sobre explotación de espacios para la construcción de edificios de departamentos, debemos enfrentar que al día de hoy, la autoridad local no pudo hacer frente con esta situación, gobierno federal y local recibieron dinero de muchos lados del mundo, y ese dinero hoy por hoy, nadie sabe donde quedó, por igual, se anunciaba que las personas afectadas podrían acceder a un crédito para la reconstrucción, a pagar en 20 años, la pregunta era, ¿Por qué un crédito? la gente afectada estaría pagando una cantidad por la reconstrucción de su casa, y por la que quizás, terminaría pagando más que por la que se derrumbó y de un espacio más pequeño.
Ninguna autoridad supo responder esta pregunta
Que tanto edificio nuevo se derrumbara o quedara inhabitable, dejó en evidencia que las cosas no se hicieron bien, dejó en evidencia que las constructoras y las autoridades encargadas de supervisar las obras no cumplieron con su trabajo, solo hasta que las construcciones cayeron, fue posible determinar que usaron material muy barato, y que la autoridad lo solapó pensando que nada pasaría, con lo que las constructoras cobraron a los afectados por un inmueble que no cubría los mínimos requerimientos para ser un lugar seguro, y hasta hoy, ningún responsable del gobierno ha caído.
Letras chiquitas
Y no solo eso, los afectados incluso, deben pagar por lo que se cayó, como si siguieran viviendo ahí, porque en sus contratos no especificaron que en caso de derrumbe por un fenómeno natural, los créditos ya no serían pagados, y al no pagar un crédito, el afectado quedará boletinado y no podrá solicitar otro, para salir de esta situación, debe llevar un procedimiento donde debe acreditar que la constructora no los materiales correctos y adecuados, pero como las zonas ya están limpias de escombros, si no se hizo esto en su momento, hoy ya no procede, algo por lo que dicen que se limpiaron tan rápido los escombros en la CDMX, para evitar esto.
¿Qué sigue para el damnificado?
El gobierno entrante de la CDMX ha dicho que construirá viviendas dignas, aunque no ha dicho en cuanto tiempo, lo que si, es que han señalado que deben evaluar cuánto va a costar, y que serán viviendas sencillas sin especificar a qué se refiere, algunos otros siguen buscando el apoyo que se les prometió, con trámites y trámites que parece que su única función es hacer que los afectados se rindan y busquen otras alternativas, como también como sociedad deberíamos buscar otras alternativas antes de darle dinero al gobierno o instituciones que al final, no saben decir dónde quedó.
Tanto el INVI como las autoridades locales, insisten en los planes de crédito, lo que se les olvida es que el dinero que van a aplicar no es suyo, no era parte de las arcas de la CDMX, sino fue dinero que la gente dió, y cobrar un interés, por mínimo que sea, es sacar un provecho de donde no se debe, hay familias que les han dado un cheque por 4 mil pesos para que arreglen su casa, y se los darán por 5 meses, según datos del mismo INVI, 20 mil pesos en total para cada familia, ¿realmente alcanza?
El gobierno entrante tiene esa gran responsabilidad, sobre todo, considerando que la próxima Jefe de Gobierno, fue acusada por muchos, de permitir que bajo su administración como delegada, hubiera construcciones irregulares como la del Colegio Enrique Rebsámen donde más de diez menores de edad perdieron la vida y cuya directora sigue prófuga, así que no parece haber una solución pronta para quienes un día como hoy, perdieron todo y que hoy viven día a día, pensando en qué hicieron para merecer estar ahí, en un albergue pútrido del que ya todos se olvidaron…
Abogado litigante activo, aficionado a los deportes y preocupado por el bienestar y protección de los animales. Fiel dueño de un perro y amante del pozole blanco de Guerrero.