AMLO, sus seguidores, los fifís y la libertad de expresión

Para muchos, lo sucedido en la inauguración del nuevo estadio de baseball de los Diablos Rojos del México, en donde el Presidente de México, el Licenciado Andrés Manuel López Obrador fue abucheado, es una muestra de que hay gente que no está a favor de este gobierno, para otros, fue un acto planeado y una trampa para el Presidente, y para muchos, fue una mera manifestación de sus ideas.

Pero no se quedó en los abucheos, el Presidente no se iba a quedar callado y dijo de aquellos que lo abuchearon, que eran la porra del equipo fifí (una palabra que se ha puesto de moda en este sexenio, refiriéndose a aquellos que no comulgan con la ideas del Presidente y que pertenecen a la llamada “mafia del poder” en algo contradictorio considerando que el poder ahora lo tiene él) y esto, por supuesto, como parte de su libertad de expresión.

Y aunque muchos ya lo han agarrado de burla, este tema es delicado, es importante, porque la libertad de expresión no solo es descalificar sin bases, no es solo hablar por hablar, no es seguir la corriente a quien no tiene la razón, no, la libertad de expresión es más que eso, y por ello está regulada en diversos ordenamientos, nacionales como internacionales, por ejemplo, en nuestro país está regulada en el artículo sexto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que dice:

“Artículo 6o. La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley…”

En la Declaración Universal de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, se establece:

Declaración Universal de Derechos Humanos

Artículo 19

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

El Pacto Internacional de Derechos Políticos y Civiles, establece:

Artículo 19

1. Nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones.

2. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.

3. El ejercicio del derecho previsto en el párrafo 2 de este artículo entraña deberes y responsabilidades especiales. Por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas restricciones, que deberán, sin embargo, estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para:

a) Asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás;

b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas.

En ningún apartado señala que el Presidente no pueda ser criticado; todos somos responsables de nuestros actos, de nuestras palabras, pero la investidura presidencial no puede estar atacando a quienes lo critican, no por cobardía, sino para evitar que haya mas encono entre quienes apoyan y quienes no su gobierno.

Pareciera que la gente está más a la expectativa de aquello que dirá respecto a los “fifís” en sus conferencias matutinas, en ver como atacará a “la mafia del poder” en ver que ocurrente nombre sale para referirse a algún personaje o algún sector de la sociedad, en vez de informar las formas y proyecciones para inversiones en nuestro país, para crear empleos, para erradicar la delincuencia, con datos sólidos y no sacados de quién sabe dónde, el Presidente no puede estar confrontando a la sociedad que no le aplaude, no puede estar haciendo menos la opinión de quienes no lo apoyan en su gestión, no, el Presidente está para otras cosas.

Atrás quedaron los tiempos del “cállate chachalaca” del “Ricky, riquin, canallín” pues eran tiempos de elección, donde al parecer todo recurso es válido para hacerse notar y ganar adeptos, pero ahora, el señor Presidente tiene otras responsabilidades, tiene otra posición, misma que debe respetar y dignificar con trabajo, no con palabras ni descalificaciones.

Las críticas a cada administración han existido, no solo desde hace 36 años como lo menciona el mandatario, existen prácticamente desde que se instauraron los gobiernos y los medios de comunicación impresos, como una forma de contrarrestar a los medios oficiales y hacer ver a los ciudadanos, que las cosas no eran como las decía quienes tenían el poder, lo mismo que ahora, hubo medios en su momento, que estaban encima de los anteriores gobiernos, gracias a ellos supimos de la Casa Blanca, gracias a ellos supimos de como el hijo de López Portillo usaba el avión presidencial para llevarle chicharrón hasta Francia a su novia, supimos de matanzas como la de Acteal, y muchas otras cosas que los medios oficiales no mencionaron hasta que se volvió mediático.

Esos mismos medios que hoy callan ante las conductas de un gobierno que parece intolerante a la crítica y que está, con la espada desenvainada para enfrentar a todo aquel que no apoye al Presidente, y eso, definitivamente nada tiene que ver con la democracia, como por igual hay medios que hoy critican al Presidente y son considerados medios “fifís” cuando antes eran la lectura básica de todos aquellos que estaban contra el régimen (Proceso). Medios que hoy sus seguidores atacan de vendidos cuando lo único que están haciendo es su trabajo, como lo han hecho siempre, en los tiempos del PRI, del PAN, de todos.

Y aclaremos, no estoy en contra de lo que pueda expresar el Presidente en el uso de su derecho, él es un ciudadano como nosotros con todos los derechos que las leyes le concede, pero si queremos una verdadera unidad, debemos aceptar las críticas, y él debe poner el ejemplo, hay mucha división y sus descalificaciones a sus detractores no ayudan, por el contrario, agudizan el problema.

Queremos un cambio de verdad, que sea para el bienestar de todos, se pierde mucho tiempo en escuchar la réplica de un mandatario hacia quienes no lo apoyan, cuando en realidad el país tiene cosas más urgentes que resolver, porque estoy seguro que hoy, como todos los días, habrá un asalto, habrá un asesinato, habrá alguien que pierda su empleo, habrá alguien que lo pierda todo, habrá alguien que siga sin tener nada, habrá quien tenga hambre, pero no habrá muchos para ayudar a resolverlo…

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